Cuando llevas razón…
Hay veces en las que tienes razón
y no hay forma en que pueda negártela.
Porque esto no pasó por casualidad.
Porque esa palabra no tiene sentido para tí.
Ni tiene cabida en tu filosofía.
No fui a ese local aquella noche aleatoriamente
No fui a aquel concierto porque sí.
No te encontré allí y me supuso indiferencia.
No fue un accidente, ni azar, ni suerte, ni desgracia.
Fue una conspiración de los Dioses, de los Astros, de la Luna,
Que confabulaban porque hay un destino y esto estaba escrito.
que querían que yo sintiera tu ritmo, escuchara tu voz
y tu “para mí” me consumiera las vísceras.
Porque tú, mi, me, conmigo debía de pasar.
Porque esta suerte de imprevisto no podía ser elegido.
Porque a veces pasa.
Porque las casualidades no existen, amor.
Vane Roma.